Los Hilos del Poder Cuauthémoc Ramos Escobar A la designación de Quirino Ordaz Coppel se le suman opiniones, buenas las de los prií...
Los Hilos del Poder
A la designación de Quirino Ordaz Coppel se le suman opiniones, buenas las de los priístas, aunque no todas, porque su candidatura de último momento, y no esperada, rebasó las expectativas de más de diez que buscaron durante meses la designación de ser abanderados por el tricolor como “el candidato” al gobierno del estado.
Sin embargo, las cosas cambiaron sorpresivamente. Todo surgió de último momento gracias al “dedo de Peña Nieto”.
“Dedo” que el resto (los otros nueve) tuvieron que venerar obligadamente, so pena de ser enjuiciados por el Todopoderoso, en caso de incumplimiento del compromiso previo firmado, que fue el precio del boleto de admisión al “círculo de los diez” distinguidos en donde los más fueron relleno.
Como en los rellenos de las cazuelas de barro, de los alfareros de Concordia, la pequeña era la más escondida y protegida, la más ampulosa era la primera, la más grande, más ancha y más honda, y por supuesto, la más útil para cocinar los alimentos de la familia dada su capacidad; pero sobre todo la predilecta para los frijoles de la “primer guisada con manteca de cochi” que alcanzaban para todos: caldudos con queso rallado o chicharrones en la mesa del hogar del rancho.
En ninguno de ellos recayó la bendición QUIRINO III se la llevó.
A los aspirantes como Heriberto Galindo y Quirino Ordaz podríamos tomar como ejemplo el caso de las cazuelas.
El primero, ampuloso, como el que más se promovió por todos los medios, y el segundo, como el más escondido, refundido en el último rincón, al cual Galindo como el mayor divulgador del “verbo peñista”, decisión que se encargó de poner en oídos y boca de los sinaloenses como el “parto de los montes”, que le transmitió su amigo Manlio Fabio.
¡Bien por Quirino, arrejúntense todos, unidos los priístas de Sinaloa en torno suyo, y alaben a la vez a “epene” el “santísimo hacedor” de tal milagro!
En este contrapunto: los empresarios de plácemes y la democracia de luto.
Jesús Vizcarra Calderón, brazo derecho del milagroso “epene”
Edwigildo (así se llama el Leovi) Carranza “elabrebrecha” de QUIRINO III.
¡Todos como el lobo feroz! a comerse a Caperucita Roja: la democracia.
Veredes pues… cosas veredes.
Cuauthémoc Ramos Escobar
A la designación de Quirino Ordaz Coppel se le suman opiniones, buenas las de los priístas, aunque no todas, porque su candidatura de último momento, y no esperada, rebasó las expectativas de más de diez que buscaron durante meses la designación de ser abanderados por el tricolor como “el candidato” al gobierno del estado.
Sin embargo, las cosas cambiaron sorpresivamente. Todo surgió de último momento gracias al “dedo de Peña Nieto”.
“Dedo” que el resto (los otros nueve) tuvieron que venerar obligadamente, so pena de ser enjuiciados por el Todopoderoso, en caso de incumplimiento del compromiso previo firmado, que fue el precio del boleto de admisión al “círculo de los diez” distinguidos en donde los más fueron relleno.
Como en los rellenos de las cazuelas de barro, de los alfareros de Concordia, la pequeña era la más escondida y protegida, la más ampulosa era la primera, la más grande, más ancha y más honda, y por supuesto, la más útil para cocinar los alimentos de la familia dada su capacidad; pero sobre todo la predilecta para los frijoles de la “primer guisada con manteca de cochi” que alcanzaban para todos: caldudos con queso rallado o chicharrones en la mesa del hogar del rancho.
En ninguno de ellos recayó la bendición QUIRINO III se la llevó.
A los aspirantes como Heriberto Galindo y Quirino Ordaz podríamos tomar como ejemplo el caso de las cazuelas.
El primero, ampuloso, como el que más se promovió por todos los medios, y el segundo, como el más escondido, refundido en el último rincón, al cual Galindo como el mayor divulgador del “verbo peñista”, decisión que se encargó de poner en oídos y boca de los sinaloenses como el “parto de los montes”, que le transmitió su amigo Manlio Fabio.
¡Bien por Quirino, arrejúntense todos, unidos los priístas de Sinaloa en torno suyo, y alaben a la vez a “epene” el “santísimo hacedor” de tal milagro!
En este contrapunto: los empresarios de plácemes y la democracia de luto.
Jesús Vizcarra Calderón, brazo derecho del milagroso “epene”
Edwigildo (así se llama el Leovi) Carranza “elabrebrecha” de QUIRINO III.
¡Todos como el lobo feroz! a comerse a Caperucita Roja: la democracia.
Veredes pues… cosas veredes.