Firmas Jesús Héctor Muñoz Escobar México cerró en octubre del año pasado las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de As...
Firmas
Jesús Héctor Muñoz Escobar
México cerró en octubre del año pasado las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, mejor conocido como TPP. A este acuerdo se sumaron otros 11 países de la cuenca del pacífico, entre ellos nuestros mayores socios comerciales, EEUU y Canadá; de América Latina Chile y Perú. Además de Australia, Brunei, Japón, Nueva Zelanda, Malasia, Singapur y Vietnam. Estos 12 países conformar el 40% de la economía mundial, su objetivo es reducir las barreras arancelarias y establecer estándares comunes para los miembros.
Sin embargo para que el Acuerdo sea una realidad faltan algunos pasos, este jueves 4 de febrero en Nueva Zelanda los representantes de los 12 países firmarán la versión legal para asegurarse que es coherente con lo acordado. Posteriormente vendrá la mejor parte, la ratificación, los congresos nacionales deberán aprobarlo. Ratificarlo no será un día de campo, si bien se señala que sus bondades son acceder a un mercado más grande, atraer inversiones, promover el comercio también empiezan a ver el otro lado de la moneda, las ONG’S enfatizan que las grandes beneficiadas serán las empresas farmacéuticas, por la protección que se les garantiza a sus patentes en perjuicio de la salud de los que menos tienen.
En cada uno de los países que buscan formar parte del TPP, distintas industrias o sectores cabildean para ser tomados en cuenta antes de que sea ratificado.
En Estados Unidos la contienda política entorpece la posibilidad de lograrlo, la precandidata demócrata a la presidencia de república, Hillary Clinton ha declarado que está en contra de éste al amenazar los buenos empleos en Estados Unidos. Clinton era Secretaria de Estado en el gobierno de Obama cuando él empezaba a impulsarlo. No obstante los defensores del TPP son en su mayoría republicanos, los cuales controlan el Congreso.
En sí, Obama espera la ratificación después de la elección de noviembre, en el periodo “Leigh Doc”, donde los congresistas van de salida. Tomando en cuenta que probablemente sea hasta en noviembre cuando el Congreso de Estados Unidos lo apruebe, el Senado mexicano tendrá bastante tiempo para analizar el TPP, básicamente la estrategia es empatar ambos procesos legislativos. Es decir hacer la discusión de manera simultánea para evitar que el nuevo presidente de Estados Unidos pida rehacer el acuerdo.
Mientras en Canadá se están realizando una serie de debates y consulta pública tanto a sus ciudadanos como a las industrias nacionales con el objeto de conocer la opinión. La ministra de Comercio, Chrystia Freeland destacó que confía en que sea aprobado pero tomándose en cuenta a toda la población.
De ser ratificado por los 12 parlamentos sería el mercado más grande del mundo superando a la Unión Europea que cuenta con 500 millones de habitantes. Barack Obama es uno de los principales promotores del TPP, por varias razones, primero quiere imponerse ante China, formar un gran bloque comercial en el pacífico. Además Obama busca presionar a la Unión Europea con quien tiene estancada las negociaciones para firmar un tratado comercial. Tercero, el TLCAN si bien ha aumentado el comercio entre la región de América del Norte, ha quedado estancado, no evolucionó a otra forma de integración comercial como fuera un mercado común, una unión económica, por eso se cree que el TPP vendrá a remplazarlo pero además abarca más países.
Desde mi punto de vista, Obama no terminará su mandato sin que este sea ratificado por su congreso y cabildeará para que los otros 11 hagan lo mismo, como estadista él ve al TPP como un instrumento para hacer frente al poder económico de China.
México cerró en octubre del año pasado las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, mejor conocido como TPP. A este acuerdo se sumaron otros 11 países de la cuenca del pacífico, entre ellos nuestros mayores socios comerciales, EEUU y Canadá; de América Latina Chile y Perú. Además de Australia, Brunei, Japón, Nueva Zelanda, Malasia, Singapur y Vietnam. Estos 12 países conformar el 40% de la economía mundial, su objetivo es reducir las barreras arancelarias y establecer estándares comunes para los miembros.
Sin embargo para que el Acuerdo sea una realidad faltan algunos pasos, este jueves 4 de febrero en Nueva Zelanda los representantes de los 12 países firmarán la versión legal para asegurarse que es coherente con lo acordado. Posteriormente vendrá la mejor parte, la ratificación, los congresos nacionales deberán aprobarlo. Ratificarlo no será un día de campo, si bien se señala que sus bondades son acceder a un mercado más grande, atraer inversiones, promover el comercio también empiezan a ver el otro lado de la moneda, las ONG’S enfatizan que las grandes beneficiadas serán las empresas farmacéuticas, por la protección que se les garantiza a sus patentes en perjuicio de la salud de los que menos tienen.
En cada uno de los países que buscan formar parte del TPP, distintas industrias o sectores cabildean para ser tomados en cuenta antes de que sea ratificado.
En Estados Unidos la contienda política entorpece la posibilidad de lograrlo, la precandidata demócrata a la presidencia de república, Hillary Clinton ha declarado que está en contra de éste al amenazar los buenos empleos en Estados Unidos. Clinton era Secretaria de Estado en el gobierno de Obama cuando él empezaba a impulsarlo. No obstante los defensores del TPP son en su mayoría republicanos, los cuales controlan el Congreso.
En sí, Obama espera la ratificación después de la elección de noviembre, en el periodo “Leigh Doc”, donde los congresistas van de salida. Tomando en cuenta que probablemente sea hasta en noviembre cuando el Congreso de Estados Unidos lo apruebe, el Senado mexicano tendrá bastante tiempo para analizar el TPP, básicamente la estrategia es empatar ambos procesos legislativos. Es decir hacer la discusión de manera simultánea para evitar que el nuevo presidente de Estados Unidos pida rehacer el acuerdo.
Mientras en Canadá se están realizando una serie de debates y consulta pública tanto a sus ciudadanos como a las industrias nacionales con el objeto de conocer la opinión. La ministra de Comercio, Chrystia Freeland destacó que confía en que sea aprobado pero tomándose en cuenta a toda la población.
De ser ratificado por los 12 parlamentos sería el mercado más grande del mundo superando a la Unión Europea que cuenta con 500 millones de habitantes. Barack Obama es uno de los principales promotores del TPP, por varias razones, primero quiere imponerse ante China, formar un gran bloque comercial en el pacífico. Además Obama busca presionar a la Unión Europea con quien tiene estancada las negociaciones para firmar un tratado comercial. Tercero, el TLCAN si bien ha aumentado el comercio entre la región de América del Norte, ha quedado estancado, no evolucionó a otra forma de integración comercial como fuera un mercado común, una unión económica, por eso se cree que el TPP vendrá a remplazarlo pero además abarca más países.
Desde mi punto de vista, Obama no terminará su mandato sin que este sea ratificado por su congreso y cabildeará para que los otros 11 hagan lo mismo, como estadista él ve al TPP como un instrumento para hacer frente al poder económico de China.