“Merécratie que quiere decir “cracia” de las partes (una de tantas “cracias”con signo negativo de las que está plagado el lenguaje político...
“Merécratie que quiere decir “cracia” de las partes (una de tantas “cracias”con signo negativo de las que está plagado el lenguaje político) Partidocracia, dominación de las partes sobre el todo”Giuseppe Maranini. Creador del termino partidocracia.
Rumbo Político
Ulises Milán
LA EXPERIENCIA DEMOCRÁTICA PARTE 1: Es interesante el tema de la “experiencia democrática”, podemos interpretar esta de dos vertientes; por lo menos me abocaré en una primera parte en el episodio mexicano antes de la alternancia en el 2000 y el continumm del 2000-2012, pero también tenemos un tercer episodio que es el actual, 2012-2018 mismo que a poco más de dos años de finalizar, nos encontramos con muchas dudas en cuanto al estado que guarda la experiencia como transformadora o no.
Cuando mencionamos la palabra democracia podemos entender los mexicanos diferentes cosas, o interpretaciones según la experiencia vivida de cada ciudadano. ¿Pero cuál es la experiencia que el sistema político mexicano sufrió como alternativa, si ya “vivíamos” en un régimen democrático?.
La valoración sobre este cuestionamiento que planteo es que, quienes les tocó ver construir un Estado basado en la unilateralidad de poder, entiéndase presidencialismo, o en su caso los mexicanos pudieron constatar que, el régimen era democrático pero no del todo en cuanto a libertades de grupos minoritarios o étnicos por citar ejemplos. Pero lo vital y más palpable eran las libertades de derecho que se tienen como ciudadanos mexicanos en un Estado que sucumbió ante su engaño democrático, el cual dio sus primeros síntomas de inestabilidad al verse expuesto por situaciones que marcaron al país en realidades que hicieron que el sistema actuara; ¿cómo?, ¿bajo qué preceptos? demostrando un déficit estructural en cuanto al cumplimiento de normas constitucionales e internacionales que enfrentaron al México que incubo la sospecha, la corrupción, la parcialidad, y lo peor no visionó que la democracia sufriría una fractura por aquellos síntomas sociales como la pobreza, desigualdad, déficit de empleo, un olvido total en regiones que hoy se ven sofocadas por grupos coercitivos al Estado, inseguridad, complicidad en las instituciones y en los acuerdos políticos sin trastocar un régimen que tendría que tener su caducidad en la evolución democrática.
Aún hay muchos políticos que, se resisten a cambiar el sistema, las cosas; la forma de gobernar y de hacer política, en pocas palabras aún prevalece incluso en los jóvenes un tradicionalismo en el ejercicio; difícil de romper el cual excluye a los ciudadanos comunes e incluye aquellos que hacen concertaciones de poder, más no con el ciudadano; ¡vaya! ya ni la libre empresa se esmera en que el sistema y la competencia sea inyectada por pluralidad política, ciudadana y una dosis de legitimidad hecha con una acción cotidiana de franqueza y de equidad económica y política. Y qué decir de una agenda de estado, de nación; el proyecto no eres tú, ¡somos nosotros! Así de excluyente se muestra el poder tras los acuerdos de políticos que aún persisten en alcanzar la curul o la silla, mediante fórmulas como las plurinominales.
LA EXPERIENCIA DEMOCRÁTICA LA TRANSICIÓN. ¿Y LA RUTA?
No es de muchos el desconcierto que generó “el momento” cuando pensamos que en el 2000 las cosas iban a cambiar tajantemente, creíamos que México iba a sufrir una transformación total. Pero no fue así; el Partido Acción Nacional se quedó corto e incluso con la dosis de legitimidad que se tuvo tras las votaciones por un alto porcentaje de participación no fueron suficiente para cambiar el sistema. ¿Por qué?.
El poder se empezó a conquistar desde abajo, en las comunidades, municipios, estados hasta llegar a la primera magistratura desde 1939 al 2000. Mientras la historia nos puede describir que fue lo que paso en cada periodo de competencia electoral para poder conquistar la Presidencia de la República.
Muchos ya conocen algunos episodios importantes que marcaron la vida política, social económica y democrática de nuestro país; conocen en todo esto que el poder ha tenido formas de ejecutarse en cuanto al sistema que lo conforma. Las instituciones del estado mexicano, el cual adoptó o fue incluyendo nuevos instrumentos legales, y en poderes alternos al ejecutivo, como el judicial mediante Tribunales electorales o el mismo IFE hoy INE como el resultado de un atenuante proceso de evolución electoral aletargada por irregularidades en su trasfondo democrático; el poder presidencial siempre quería estar presente. ¡Hoy las cosas son distintas!
Sin la transición, el México de hoy no fuese posible; pero el antídoto no era ese. Los mexicanos tenían expectativas muy altas de un gobierno que en su origen fue distinto al ser conformado por una corriente política y social que desde sus inicios luchó por una agenda ciudadana y la apertura a los individuos como entes gobernantes, ejes centrales del cambio democrático.
Cuando Vicente Fox, ganó en el 2000 se implementaron políticas públicas en el sentido social, como lo fue Oportunidades, que sería un programa sujeto a un antecedente del salinato, pero que carecía de regulaciones para ser exitoso y enfocado a resultados apegados a un estudio social que en verdad su fin fuera expandir si brazo presupuestal y de oportunidades económicas, de salud, mediante un paquete integral de interacción ciudadana para acceder a este beneficio que se focalizó a sectores de población según sus AGEB (Áreas Geoestadísticas Básicas). Consecuentemente se abrió la política social apegada a la familia donde la estabilidad y el derecho a un hogar sería accesible a través de Infonavit, donde los créditos fueron la oportunidad para aquellos trabajadores que al estar en un empleo formal con salario mínimo pudieran acceder a una casa habitación.
Sin duda, la realidad es que todos los mexicanos sintieron un cambio de individuos y discursos políticos en Los Pinos, así como experimentaron muchos por primera vez en los gobiernos de la alternancia con Felipe Calderón Hinojosa, 2006-2012; el derecho a un Seguro de atención médica con cobertura si no universal si con derecho a tener atención médica en gran parte de los problemas de salud.
El objetivo no es mencionar los logros de los gobiernos de la alternancia, sino buscar el apéndice de donde se mide el cambio; y este punto no fue trazado en la ruta del poder al llegar a la presidencia y si fue así entonces el PAN no supo crear mayorías; al final el poder se tenía pero el control no. El PRI siempre lo tuvo, el viejo sistema aún seguía funcionando anquilosadamente en las distintas instituciones y prácticas burocráticas que no serían fácil de borrar e instaurar siempre que el partido en el poder, en este caso el PAN; no se atrevió a desafiar al viejo régimen, al contrario lo invitó a participar.
Para muchos la experiencia democrática en el país no existió, para otros fue una simulación, para otra parte; los partidos políticos están perdidos de ruta la cual no coloca en la mesa de dialogo a los ciudadanos.
La ruta democrática no ha sido específicamente para muchos la correcta, incluso ya se cuestionan sí México va hacia atrás; ¡vaya! nos enfrentamos al lapsus de la regresión democrática1 . Hoy en 2015 la ausencia de una recurrente practica en herramientas democráticas que avalen a los gobiernos en turno, son muestra de que vivimos en una falacia que creímos construida en el 2000 y doce años después nos damos cuenta que aún existe la duda de un cambio que fue avalado por 14 millones 198 mil votos, entonces si fue una de los actos electorales de expresión más concurridos donde coincidían en un cambio –una forma distinta de hacer política- ¿por qué hoy a 15 años aún reclamamos un cambio?, ¿qué ha pasado?, ¿por qué no surtió efecto la transición dentro de los parámetros de legitimación ciudadana –un avance hacia la consolidación de las instituciones-?.
Con los cuestionamientos que antes expongo, me atrevo a decir que a pesar del desencanto, los mexicanos creen que aún debe venir un cambio, pero este de parte de fuera de lo que huela a política o los políticos. Aquí especialmente el reto de los partidos políticos como los principales constructores de lo que hoy es una democracia electoral, empoderamiento de las mujeres –aunque en este espacio, se les obliga por la ley a este ente público a que ceda espacios; el 50%- pero la construcción del aparato institucional como recíproco de los derechos y libertades de los individuos y su pleno ejercicio en la república, debe ser reflejo de los resultados de una ciudadanización, social en todas sus esferas económicas así como en las relaciones interpersonales entre individuo y estado –hablando en este último de quienes se encuentran en la parte burocrática.
CATARSIS DEMOCRÁTICA, UNA REGRESIÓN O VICTORIA CULTURAL
Los mexicanos tenemos opciones en el sentido estricto debido que, podemos cambiar las cosas gradualmente, la experiencia dice que los mexicanos no extirpan el cáncer que forma parte de una cultura, uno de ejemplo es la corrupción. Si recordamos victorias como la de 1977 con el LOOPE Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales, podemos vislumbrar que avances se han tenido en espacios que eran conferidos al poder partidario y administrativo que el Ejecutivo Federal direccionaba a través de la propia Secretaria de Gobernación, versus su secretario.
Otro punto que puede ser interpretado como una victoria pero que hoy ocasiona una catarsis en la democracia y los mexicanos de su funcionamiento es el tema jurídico. El Tribunal Federal Electoral como máximo órgano rector definitorio en esta materia a pesar de ser participe en actos públicos electorales no es bien calificado por los ciudadanos; se crea una duda que no es proporcional a su desempeño. Debería en todo caso, ser el órgano descentralizado que decida situaciones jurídicamente hablando delineado a concretar la certeza de los derechos individuales por encima de los grupales; entiéndase partidos políticos incluso el propio poder ejecutivo quien pretende balancear las decisiones al presidente dela república. Se ha luchado bastante de parte de actores sociales como los medios de comunicación, partidos políticos, sociedad en general para que se decidiera de una manera democrática a los integrantes de estos órganos, los cuales aún gozan de un presupuesto alto y los mexicanos no lo ven proporcionalmente con su desempeño al castigar o aplicar la ley.
México es uno de los países con desarrollo económico sostenible comparado con los países emergentes que pertenecen a la OCDE Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, quien mundialmente aglutina a los estados democráticos que forman parte de un bloque que busca consolidar desde la economía cooperativa y relaciones internacionales con marcos jurídicos establecidos con tratados que son precedentes de prácticas democráticas en países europeos por ejemplo.
La victoria cultural en México se expresa para muchos en el voto que pudo cambiar el país, “todos en la misma sintonía” en 2000. Pero aun cuando sucedió la victoria electoral, otros frentes como el educativo son una necesidad imperante que debe de concatenarse con la deuda de la transición. La reforma educativa como engranaje decisivo en el presente y el futuro de México nos coloca en una disonancia por romper con el pasado o tomar el presente y cambiarlo para crear el futuro. La principal prueba de un retroceso es la poca fuerza social que tiene el cambio dentro de la estructura educativa, quienes se han enfrentado a una realidad; la calidad educativa como motor principal de una generación que se atreve a desafiar el patrimonialismo sindical en manos de líderes políticos que son apéndices del partido en el poder. El PRI y su pasado que lo persigue en todas las áreas de la administración pública como no es la excepción la SEP Secretaria de Educación Pública.
Las oportunidades de los maestros que realmente le apuestan a un sistema de competencia exige preparación y lo principal es el marco normativo al que se enfrentan al ser regulado por sujetos que aun deciden cómo, cuándo y quienes entran en su mayoría al sistema educativo. Temen a un cambio estructural que desarme los privilegios y prebendas que se han construido al amparo del presupuesto que en el 2014 ascendió solo para la SEP en 2013 fueron presupuestados 285.547.9 millones de pesos2, mientras que en el 2015 año que casi culmina la Secretaria de Educación Pública gastó 298.469.7 millones de pesos3 y para el gasto programable en el PROYECTO DE PRESUPUESTO DE EGRESOS DEL 2016; se tienen 293.418.8 millones de pesos, una reducción de -4.6% comparado con el año 20154. Más sigue siendo superior al 2013 y 2014 – este último no expongo el dato-, [ se puede cotejar la información en, transparenciapresupuestaria.gob.mx y cuenta pública ciudadana 2013].
