Rumbo Político Ulises Milán Mazatlán, Sinaloa; Muy buen día estimados lectores de nueva cuenta aquí estoy escribiendo para ustedes ...
Rumbo Político
Mazatlán, Sinaloa; Muy buen día estimados lectores de nueva cuenta aquí estoy escribiendo para ustedes y deseándoles como siempre que cumplan todos los sueños y metas en su vida. ¡LES MANDO UN ABRAZO, ANIMO!
FRASE: “¡Parece que lo mejor de todo no es que las leyes cuenten, sino que cuente más bien el hombre que tiene discernimiento, el hombre real!; Platón en su dialogo denominado El Político.
¿QUÉ ES MEJOR, EL GOBIERNO DE LOS HOMBRES O EL DE LAS LEYES?: Una interesante disputa desde años que preceden épocas antes del nacimiento de cristo. Sin duda, una prueba de la complejidad de la mente del hombre, las respuestas debían ser discutidas y elevadas en voz alta para que el pueblo las escuchara; ¿pero qué es mejor, el gobierno de los hombres o el de las leyes?.
Para contextualizar empezaré con el siguiente texto: ¿Qué es más útil, ser gobernado por el mejor de los hombres o por la mejor de las leyes? Aquellos que detentan el poder real aseveran que las leyes solamente pueden dar prescripciones generales, pero no prevén los casos particulares, de manera que en cualquier arte sería ingenuo regularse de acuerdo con normas escritas… sin embargo los gobernantes necesitan la ley que da prescripciones universales, porque es mejor el elemento por el cual no es posible estar sometido a las pasiones que estar sujeto a aquel elemento para el cual las pasiones son connaturales. Ahora bien, la ley no tiene pasiones, cosa que necesariamente se encuentra en cualquier alma humana (Política, 1286a). 1
No hay como regresar a la antesala de la historia de lo que fue la civilización Griega y la época de los grandes pensadores quienes ponían a discusión su propia tesis, la existencia del hombre y el porqué de él y algo mejor aún, cual es el mejor gobierno, debido a que, y que factores habría que considerar para calificar que es mejor el hombre o las leyes.
Platón y Aristóteles tenían sus propios argumentos, de una manera más liberal creía el segundo que, el gobierno debía ser manejado como un timonel, donde el capitán lo llevara a mejor ruta o puerto. Las leyes escritas en esta ocasión no serían útiles decía platón por lo que solo el arte era lo que podía dar una fuerza superior a las leyes.
Norberto Bobbio, filósofo y jurista Italiano, en su libro “EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA” nos dice que, Platón quien se inclina por el Gobierno de los Hombres es quien visualiza que solamente mediante la intervención de este es como “se podría dar a cada quién lo justo”. Contraponiendo súbitamente Aristóteles la variable “no tener pasiones”, las leyes no tienen pasiones el hombre sí.
Lo que sí es de valorar es que donde el gobernante respeta las leyes, este no interpone sus apetitos personales por encima de esta.
Se puede argüir sobre la democracia en el pasar de los siglos desde su formación como tal y su aplicación o evolución desde que el hombre gobierna sobre sí mismo. Pero tenemos otro aspecto que es regulado cuando el hombre entiende que para sobrevivir necesita ordenar su camino y su evolución mediante reglas que sólo harán que se le de legitimidad a su causa; la cual en muchas ocasiones no es la de todos, pero tiene un fin y en primacía pareciera que el fin es el del hombre y no el de los hombres.
Para ello, están las tesis de que es lo que prevalece en los gobiernos actuales, y sobre todo el tipo de gobiernos que tenemos por ejemplo en nuestro país, México; las valoraciones de Aristóteles y Platón siguen tan vigentes, como lo sigue el texto de Nicolás Maquiavelo en su libro el Príncipe donde relata y desnuda las más clara naturaleza de la ambición por el poder, llegar a él y mantenerlo. “El fin justifica los medios”.
Sin duda la comparación no es dantesca, antes creían que los gobernantes en términos generales eran malos porque usaban el poder para sus propios beneficios, más el buen gobernante recaía en el “gran legislador”.
Pero dentro de todo esto hay que valorar dos cosas más: a) el gobierno para el bien común y b) el gobierno que se ejerce de acuerdo con las leyes establecidas. De ahí parten diferentes distinciones, hay quienes tienen leyes naturales o divinas y hay quienes tienen leyes de costumbre, que preceden a otras.
Cuando un gobierno por ejemplo es arbitrario, este toma decisiones fuera de toda clase de norma o regla y de ahí hay que ponerle acotamientos, leyes precisamente para que no abusen del poder. Esto encaja en lo que los antiguos como Hobbes, Rousseau y Hegel que son teóricos del Estado Moderno llaman sub lege.
Por ejemplo Rousseau decía: “Siempre se es libre cuando uno está sometido a las leyes, pero no cuando se debe obedecer a un hombre, porque en este segundo caso yo debo obedecer a la voluntad ajena, mientras que cuando obedezco a las leyes no acato más que la voluntad pública, que es tan mía como la de cualquier otro”.2
En todo esto buscamos algo que se los griegos le decían “eunomía”, principalmente Solón el gran legislador de Atenas. Solón se refería al “buen gobierno.
LA EUNOMÍA EN DISYUNTIVA HISTÓRICA: Podremos decir como en el párrafo anterior que, este término nos coloca en la historia de lo que fueron grandes civilizaciones antiguas y de lo que devinieron otros gobiernos posteriores al principio de una democracia saliente. El hombre y lo divino. ¿Cómo podría un hombre en la época de Solón gran legislador Griego, razonar y fundamentar el comportamiento articulado en palabras que fuesen tan certeras para convencer a sus pobladores de que iba Grecia por el camino correcto?; al perfeccionamiento o al hundimiento, pero la razón siempre prevaleció, solo la guerra estuvo detrás de las decisiones del hombre.
El éxito de los gobiernos democráticos o el fracaso del mismo se entienden en las vicisitudes de encontrarse con su acometida natal; el gobierno de los hombres o el gobierno de las leyes; ¿hacía donde hay que ir? Si colocamos la historia por delante hay un choque tanto intelectual como, político, económico y bélico; donde la sangre también ha formado parte de la evolución que pretenden las leyes regular, mediante acuerdos políticos donde se entiendan los derechos y libertades como premisas fundamentales de una libertad individual y política, a su vez sean reconocidos y practicados los derechos de quienes deciden estar construyendo una democracia que debe florecer de entre la discordia económica que muchos ven como enemiga de los pueblos democráticos emergentes al estar por encima en su evolución y dejando atrás realidades que aún siguen afectando la vida de miles de personas en el mundo; hay problemas que antes de Cristo sucedían y que hoy los gobiernos han omitido o desistido resolver, pero la historia nos alcanza y parece en muchos de los casos ser omisa para muchos gobernantes. Hay quienes quieren imponer su voluntad por medio de la fuerza o por medio de un grupo de legisladores que tienen el efecto de acomodar y cambiar la ruta de un país por medio de un poder concedido por el pueblo.
Hoy no creo que Weber, Max Weber; filósofo Alemán este muy lejos de decirnos que, como él lo estipuló; consideraba que, un “gobierno mixto” sería pieza clave en un gobierno democrático con sus pesos o contrapesos en lo que considera parte del eje de un gobierno: a) democracia plebiscitaria y b) democracia parlamentaria “acéfala”.
Es interesante ver cómo Weber desde antes de 1920 año en que falleció, visualizaba una filosofía de una perdida de origen que lleva a un choque de intereses cada vez más marcado en las sociedades democráticas; el gobierno mixto tendría que haber pasado por una evolución de la democracia como superada por la transición y alejada dela sombra de un pasado que se enquista en la colectividad de muchas naciones latinoamericanas y que hoy se enfrentan a levantar los escombros de su pueblo o a construir los cimientos tumbando los pilares que la sostenían y cimentando otros nuevos para poder así entonces levantar una nueva esperanza de gobierno mixto pero que no lo sea en virtud del poder por el poder, sino en virtud de un camino que debió ser afrontado y discutido por las distintas fracciones políticas que puedan prevalecer en un pueblo donde sus ciudadanos estén supeditados a sólo los elementos que su sistema pueda otorgarles, como lo son la constitución de los partidos políticos pero solamente con las reglas que otorga el sistema y en muchos de los casos este no incluye a sus pobladores como variable fundamental en la construcción de los gobiernos.
Es un hecho que hay que darle leyes a los ciudadanos que muestren la efectividad de un aparato que puede ser empleado tanto por quienes hoy tienen una visión moderna de las cosas y por quienes tienen la costumbre o tradición de actitudes y acciones políticas colectivas surgidas de un aparato dadivoso pero hostigador, merodeador y represor. Las leyes deberán devolver la razón a quien decida que el gobierno de las leyes así como el gobierno de los hombres, coexiste; pero que solo uno es el que a través de la historia ha sido defendido como un modelo virtuoso en lo que hoy exige el colectivo y las nuevas condiciones de entender el mundo, uno que nos pide volver al pasado para no cometer los mismos errores, y mirar al futuro para poder construir lo que se nos ha olvidado; un mundo donde podamos todos vivir mejor y con dignidad.
Posiblemente, por este desencuentro acerca del origen del camino que debe tomar la humanidad; sea el suceso que lleve a cabo que hoy las regresiones autoritarias de distintas modalidades, vuelvan a poner a dudar a quienes defienden la democracia.
NOTA: En la última elección local antes de las presidenciales de Argentina del 25 de octubre, el kirchnerismo venció este domingo en los comicios a gobernador de Chaco, la décima provincia más poblada del país (sobre un total de 23) y una de las más pobres. El candidato que buscaba mantener una hegemonía kirchnerista que allí se extiende desde hace ocho años, Domingo Peppo, logró el 55,3% de los votos, frente al 42,3% de la radical (centrista) Aída Ayala, que lideraba una coalición de varios partidos.
La victoria del kirchnerismo ratifica así su popularidad en el norte de Argentina, donde las estadísticas extraoficiales de pobreza evidencian los mayores porcentajes sobre el total de la población. Claro que en números absolutos, y no porcentuales, viven más pobres en el Gran Buenos Aires (periferia de la capital argentina) que en cualquiera de las diez provincias norteñas.
1Época clásica, testimonio de Aristóteles en texto El Futuro de la Democracia pp. 168;
2 Jean Jacob Rousseau, Fragments polítiques, que cito dela edición a cargo de P. Alatri delos Scritti politici, Utet, Turín, 1970, p. 646.
Ulises Milán
Mazatlán, Sinaloa; Muy buen día estimados lectores de nueva cuenta aquí estoy escribiendo para ustedes y deseándoles como siempre que cumplan todos los sueños y metas en su vida. ¡LES MANDO UN ABRAZO, ANIMO!
FRASE: “¡Parece que lo mejor de todo no es que las leyes cuenten, sino que cuente más bien el hombre que tiene discernimiento, el hombre real!; Platón en su dialogo denominado El Político.
¿QUÉ ES MEJOR, EL GOBIERNO DE LOS HOMBRES O EL DE LAS LEYES?: Una interesante disputa desde años que preceden épocas antes del nacimiento de cristo. Sin duda, una prueba de la complejidad de la mente del hombre, las respuestas debían ser discutidas y elevadas en voz alta para que el pueblo las escuchara; ¿pero qué es mejor, el gobierno de los hombres o el de las leyes?.
Para contextualizar empezaré con el siguiente texto: ¿Qué es más útil, ser gobernado por el mejor de los hombres o por la mejor de las leyes? Aquellos que detentan el poder real aseveran que las leyes solamente pueden dar prescripciones generales, pero no prevén los casos particulares, de manera que en cualquier arte sería ingenuo regularse de acuerdo con normas escritas… sin embargo los gobernantes necesitan la ley que da prescripciones universales, porque es mejor el elemento por el cual no es posible estar sometido a las pasiones que estar sujeto a aquel elemento para el cual las pasiones son connaturales. Ahora bien, la ley no tiene pasiones, cosa que necesariamente se encuentra en cualquier alma humana (Política, 1286a). 1
No hay como regresar a la antesala de la historia de lo que fue la civilización Griega y la época de los grandes pensadores quienes ponían a discusión su propia tesis, la existencia del hombre y el porqué de él y algo mejor aún, cual es el mejor gobierno, debido a que, y que factores habría que considerar para calificar que es mejor el hombre o las leyes.
Platón y Aristóteles tenían sus propios argumentos, de una manera más liberal creía el segundo que, el gobierno debía ser manejado como un timonel, donde el capitán lo llevara a mejor ruta o puerto. Las leyes escritas en esta ocasión no serían útiles decía platón por lo que solo el arte era lo que podía dar una fuerza superior a las leyes.
Norberto Bobbio, filósofo y jurista Italiano, en su libro “EL FUTURO DE LA DEMOCRACIA” nos dice que, Platón quien se inclina por el Gobierno de los Hombres es quien visualiza que solamente mediante la intervención de este es como “se podría dar a cada quién lo justo”. Contraponiendo súbitamente Aristóteles la variable “no tener pasiones”, las leyes no tienen pasiones el hombre sí.
Lo que sí es de valorar es que donde el gobernante respeta las leyes, este no interpone sus apetitos personales por encima de esta.
Se puede argüir sobre la democracia en el pasar de los siglos desde su formación como tal y su aplicación o evolución desde que el hombre gobierna sobre sí mismo. Pero tenemos otro aspecto que es regulado cuando el hombre entiende que para sobrevivir necesita ordenar su camino y su evolución mediante reglas que sólo harán que se le de legitimidad a su causa; la cual en muchas ocasiones no es la de todos, pero tiene un fin y en primacía pareciera que el fin es el del hombre y no el de los hombres.
Para ello, están las tesis de que es lo que prevalece en los gobiernos actuales, y sobre todo el tipo de gobiernos que tenemos por ejemplo en nuestro país, México; las valoraciones de Aristóteles y Platón siguen tan vigentes, como lo sigue el texto de Nicolás Maquiavelo en su libro el Príncipe donde relata y desnuda las más clara naturaleza de la ambición por el poder, llegar a él y mantenerlo. “El fin justifica los medios”.
Sin duda la comparación no es dantesca, antes creían que los gobernantes en términos generales eran malos porque usaban el poder para sus propios beneficios, más el buen gobernante recaía en el “gran legislador”.
Pero dentro de todo esto hay que valorar dos cosas más: a) el gobierno para el bien común y b) el gobierno que se ejerce de acuerdo con las leyes establecidas. De ahí parten diferentes distinciones, hay quienes tienen leyes naturales o divinas y hay quienes tienen leyes de costumbre, que preceden a otras.
Cuando un gobierno por ejemplo es arbitrario, este toma decisiones fuera de toda clase de norma o regla y de ahí hay que ponerle acotamientos, leyes precisamente para que no abusen del poder. Esto encaja en lo que los antiguos como Hobbes, Rousseau y Hegel que son teóricos del Estado Moderno llaman sub lege.
Por ejemplo Rousseau decía: “Siempre se es libre cuando uno está sometido a las leyes, pero no cuando se debe obedecer a un hombre, porque en este segundo caso yo debo obedecer a la voluntad ajena, mientras que cuando obedezco a las leyes no acato más que la voluntad pública, que es tan mía como la de cualquier otro”.2
En todo esto buscamos algo que se los griegos le decían “eunomía”, principalmente Solón el gran legislador de Atenas. Solón se refería al “buen gobierno.
LA EUNOMÍA EN DISYUNTIVA HISTÓRICA: Podremos decir como en el párrafo anterior que, este término nos coloca en la historia de lo que fueron grandes civilizaciones antiguas y de lo que devinieron otros gobiernos posteriores al principio de una democracia saliente. El hombre y lo divino. ¿Cómo podría un hombre en la época de Solón gran legislador Griego, razonar y fundamentar el comportamiento articulado en palabras que fuesen tan certeras para convencer a sus pobladores de que iba Grecia por el camino correcto?; al perfeccionamiento o al hundimiento, pero la razón siempre prevaleció, solo la guerra estuvo detrás de las decisiones del hombre.
El éxito de los gobiernos democráticos o el fracaso del mismo se entienden en las vicisitudes de encontrarse con su acometida natal; el gobierno de los hombres o el gobierno de las leyes; ¿hacía donde hay que ir? Si colocamos la historia por delante hay un choque tanto intelectual como, político, económico y bélico; donde la sangre también ha formado parte de la evolución que pretenden las leyes regular, mediante acuerdos políticos donde se entiendan los derechos y libertades como premisas fundamentales de una libertad individual y política, a su vez sean reconocidos y practicados los derechos de quienes deciden estar construyendo una democracia que debe florecer de entre la discordia económica que muchos ven como enemiga de los pueblos democráticos emergentes al estar por encima en su evolución y dejando atrás realidades que aún siguen afectando la vida de miles de personas en el mundo; hay problemas que antes de Cristo sucedían y que hoy los gobiernos han omitido o desistido resolver, pero la historia nos alcanza y parece en muchos de los casos ser omisa para muchos gobernantes. Hay quienes quieren imponer su voluntad por medio de la fuerza o por medio de un grupo de legisladores que tienen el efecto de acomodar y cambiar la ruta de un país por medio de un poder concedido por el pueblo.
Hoy no creo que Weber, Max Weber; filósofo Alemán este muy lejos de decirnos que, como él lo estipuló; consideraba que, un “gobierno mixto” sería pieza clave en un gobierno democrático con sus pesos o contrapesos en lo que considera parte del eje de un gobierno: a) democracia plebiscitaria y b) democracia parlamentaria “acéfala”.
Es interesante ver cómo Weber desde antes de 1920 año en que falleció, visualizaba una filosofía de una perdida de origen que lleva a un choque de intereses cada vez más marcado en las sociedades democráticas; el gobierno mixto tendría que haber pasado por una evolución de la democracia como superada por la transición y alejada dela sombra de un pasado que se enquista en la colectividad de muchas naciones latinoamericanas y que hoy se enfrentan a levantar los escombros de su pueblo o a construir los cimientos tumbando los pilares que la sostenían y cimentando otros nuevos para poder así entonces levantar una nueva esperanza de gobierno mixto pero que no lo sea en virtud del poder por el poder, sino en virtud de un camino que debió ser afrontado y discutido por las distintas fracciones políticas que puedan prevalecer en un pueblo donde sus ciudadanos estén supeditados a sólo los elementos que su sistema pueda otorgarles, como lo son la constitución de los partidos políticos pero solamente con las reglas que otorga el sistema y en muchos de los casos este no incluye a sus pobladores como variable fundamental en la construcción de los gobiernos.
Es un hecho que hay que darle leyes a los ciudadanos que muestren la efectividad de un aparato que puede ser empleado tanto por quienes hoy tienen una visión moderna de las cosas y por quienes tienen la costumbre o tradición de actitudes y acciones políticas colectivas surgidas de un aparato dadivoso pero hostigador, merodeador y represor. Las leyes deberán devolver la razón a quien decida que el gobierno de las leyes así como el gobierno de los hombres, coexiste; pero que solo uno es el que a través de la historia ha sido defendido como un modelo virtuoso en lo que hoy exige el colectivo y las nuevas condiciones de entender el mundo, uno que nos pide volver al pasado para no cometer los mismos errores, y mirar al futuro para poder construir lo que se nos ha olvidado; un mundo donde podamos todos vivir mejor y con dignidad.
Posiblemente, por este desencuentro acerca del origen del camino que debe tomar la humanidad; sea el suceso que lleve a cabo que hoy las regresiones autoritarias de distintas modalidades, vuelvan a poner a dudar a quienes defienden la democracia.
NOTA: En la última elección local antes de las presidenciales de Argentina del 25 de octubre, el kirchnerismo venció este domingo en los comicios a gobernador de Chaco, la décima provincia más poblada del país (sobre un total de 23) y una de las más pobres. El candidato que buscaba mantener una hegemonía kirchnerista que allí se extiende desde hace ocho años, Domingo Peppo, logró el 55,3% de los votos, frente al 42,3% de la radical (centrista) Aída Ayala, que lideraba una coalición de varios partidos.
La victoria del kirchnerismo ratifica así su popularidad en el norte de Argentina, donde las estadísticas extraoficiales de pobreza evidencian los mayores porcentajes sobre el total de la población. Claro que en números absolutos, y no porcentuales, viven más pobres en el Gran Buenos Aires (periferia de la capital argentina) que en cualquiera de las diez provincias norteñas.
1Época clásica, testimonio de Aristóteles en texto El Futuro de la Democracia pp. 168;
2 Jean Jacob Rousseau, Fragments polítiques, que cito dela edición a cargo de P. Alatri delos Scritti politici, Utet, Turín, 1970, p. 646.