Las mujeres hispanas en Estados Unidos, quienes por lo general tenían los índices más altos de natalidad en el país, están optando por tener...
Las mujeres hispanas en Estados Unidos, quienes por lo general tenían los índices más altos de natalidad en el país, están optando por tener menos hijos. Las latinas tanto inmigrantes como estadounidenses tuvieron disminuciones más altas en los índices de natalidad, desde el 2007 hasta el 2010, que otros grupos, entre ellos blancos no hispanos, de color y asiáticos, una caída que algunos demógrafos y sociólogos atribuyen a cambios en las opiniones de muchas mujeres hispanas respecto a la maternidad. Como resultado, en el 2011, el índice de natalidad estadounidense alcanzó un mínimo histórico, con 63 nacimientos por cada mil mujeres entre los 15 a 44 años, encabezado por el declive en nacimientos de mujeres inmigrantes. El índice nacional de natalidad hoy es de aproximadamente la mitad de lo que fue durante los años de postguerra, cuando alcanzó un nivel máximo en 1957 con 122.7 nacimientos por cada mil mujeres en edad reproductiva. La disminución en los índices de natalidad fue más elevada entre las mujeres méxico-estadounidenses y las mujeres que emigraron de México, con un 25.7 por ciento. Esto ha revertido una tendencia en la que las madres inmigrantes componían una creciente porción de los nacimientos en Estados Unidos, de acuerdo con un reporte reciente del Centro de Investigación Pew. En el 2010, los índices de natalidad entre todos los hispanos alcanzaron su nivel más bajo en 20 años, según el Centro. La repentina caída, que coincidió con el inicio de la recesión, sugiere que las actitudes han cambiado desde los días en que las generaciones de latinos de más edad apreciaban a las familias grandes y seguían más de cerca las enseñanzas de la Iglesia católica, que prohíbe el control artificial de la natalidad. Varias entrevistas con jóvenes latinas así como con expertos en salud reproductiva muestran que las razones para decidir tener menos hijos son muchas, las cuales comprenden un mayor acceso a la información sobre anticonceptivos y salud de la mujer, así como una educación más elevada. Las decisiones no se tomaron en un vacío sino en medio de una economía emproblemada, la cual, dijeron las entrevistadas, pesó mucho en sus mentes. Las recesiones prolongadas sí producen caídas en los índices de natalidad, pero una disminución tan grande como la que han experimentado los latinos es atípica, señaló William H. Frey, sociólogo y demógrafo en el Instituto Brookings. "Es sorprendente", comentó Frey. "Cuando oyes hablar de una disminución en el índice de natalidad, no esperas que los latinos estén a la vanguardia de la tendencia". D'Vera Cohn, escritora titular en el Centro de Investigación Pew y una autora del reporte, expresó que en recesiones pasadas, cuando cayó la fertilidad en general, se recuperó con el tiempo cuando la economía mejoró. "Si la historia se repite, eso volverá a suceder", afirmó. Sin embargo, para Frey, la disminución ha señalado mucho sobre las aspiraciones de los jóvenes latinos de convertirse en miembros plenos y permanentes de la ambiciosa clase media, pese a los retos planteados por la economía en apuros. |
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