El diagnóstico para la Tierra "enferma" se agrava: mientras nuevos estudios revelan que la meta de limitar el calentamiento glob...
El diagnóstico para la Tierra "enferma" se agrava: mientras nuevos estudios revelan que la meta de limitar el calentamiento global a 2° C hacia el fin de siglo se esfuma, hoy expira el Protocolo Internacional de Kyoto sin haber apenas incidido en la tendencia del fenómeno, que ya parece irreversible.
El acuerdo fue adoptado en 1997 en Kyoto, Japón, con la meta de reducir en un monto de 4.2% las emisiones de seis gases que producen el calentamiento de la atmósfera, entre ellos el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Sin embargo, desde su origen tuvo grandes obstáculos, pues EU -que originalmente lo firmó- se negó a ratificarlo cuando entró en vigor en 2005.
El argumento del gobierno estadounidense fue que otras naciones en desarrollo -sobre todo China- que no estaban obligadas, deberían limitar también sus emisiones para cumplir la meta hacia 2012, tomando como referencia los niveles de 1997. Esto no se logró, ante la negativa del gigante asiático para no afectar su desarrollo económico.
China se convirtió desde 2006 en el principal país productor de esos gases contaminantes, con una proporción de aproximadamente 23% del total. (EU registró entonces 21% de las emisiones a la atmósfera).
"Los países adherentes cumplieron sus metas con creces al reducir sus emisiones colectivas en 16%. Pero esto se hizo sin gran esfuerzo debido al colapso de industrias contaminantes en Europa del Este y más recientemente, por la crisis mundial", expone Quirin Schiermeier en un artículo de revisión publicado en la revista Nature en noviembre.
Estas reducciones, añade el autor, "hicieron poco para contener el problema, pues a nivel global las emisiones de gases invernadero han aumentado en más de 50% desde 1990, tendencia alentada sobre todo por el crecimiento económico de China y otras naciones en regiones de Asia, Sudamérica y Sudáfrica".
AÚN MÁS CALOR
Schiermeier aclara que a principios de los años 90 los países avanzados eran responsables de dos terceras partes de las emanaciones contaminantes. Hoy, su contribución se ha reducido al 50%, mientras otros emergentes como China y la India prosiguen con la quema de carbón y petróleo sin freno alguno.
No sólo no ha podido contenerse el calentamiento del planeta: un informe del Global Carbon Project (GCP) presentado a principios de este mes advierte que al finalizar 2012 las emisiones contaminantes aumentarán 2.6% respecto a los niveles de 1990 para llegar a un récord de 35 mil 600 millones de toneladas de CO2.
Esta cifra equivale a un incremento de 58% en las emisiones desde el año referido y aleja la meta -que ya se considera prácticamente inviable- de contener la subida de temperatura a 2° C hacia final del siglo XXI. Según el GCP, hasta 2011 los mayores contribuyentes al problema fueron China (con 28% del total de emanaciones); EU (16%); la Unión Europea (UE, 11%) y la India (7%).
Las emisiones totales aumentaron casi 10% y 7.5% en China y la India en 2011, mientras que las de EU y la Unión Europea (UE) decrecieron 1.8% y 2.8%. Al desglosar datos per capita, el panorama cambia: con un nivel de 6.6 toneladas de CO2 por persona, China produjo casi tanto como la UE (7.3 toneladas), pero menos que EU, que alcanzó 17.2 toneladas.
"Las observaciones científicas realizadas durante los últimos 50 años nos hacen pensar que podemos alcanzar en este siglo puntos de no retorno en muchos procesos y ecosistemas naturales", plantea la doctora Amparo Martínez, directora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. La investigadora prevé entre las muchas consecuencias de ello un desfase en las poblaciones animales, así como la merma en el rendimiento de cultivos básicos.
Martínez reconoce que no hay lugar para el optimismo al constatar que las emisiones de gases se duplicaron desde la firma del protocolo: "lo increíble es que no hayamos sido capaces de parar a las grandes compañías eléctricas y petroleras del mundo, que ante verdaderos desastres ecológicos siguen frotándose las manos porque si se derrite hielo en el Ártico podrían extraer más crudo".
Pero no todo está perdido: según Glen Peters, del GCP, si más naciones aplican transiciones energéticas como las que lograron Bélgica, Dinamarca, Suecia, Francia e Inglaterra -que redujeron sus emisiones hasta 5% al año en periodos de varias décadas- podría lograse la mitigación a bajo costo. Esto requerirá nuevas y agresivas políticas ambientales.
MÉXICO: ¿METAS INALCANZABLES?
México también se ha sumado a estos esfuerzos. En abril de 2005 se estableció la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC), cuyos lineamientos de política ambiental posteriormente dieron forma a un programa especial en la materia, inscrito en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 y publicado en el Diario Oficial en 2008.
El Programa Especial de Cambio Climático (PECC) plantea reducir las emisiones de gases en México en un porcentaje de 50% (en comparación con los niveles de 2000) hacia 2050. También prevé estabilizar las concentraciones en la atmósfera a un monto que no rebase las 450 partes por millón de CO2 equivalente.
El PECC también contempla estrategias de adaptación en tres fases que culminan dicho año, con medidas primarias por sector que incluyen reducciones de emisiones de 4.4% (respecto al total) en la generación de energía; de 3.1% en el uso de la misma; de 5% en actividades agrícolas y forestales y de 2% en el manejo de desechos.
No obstante, y en vista de la tendencia incontenible al calentamiento, tales metas podrían ser inalcanzables si a la visión de la ciencia no se suman acciones y políticas ambientales e incluso consideraciones éticas, considera la doctora Martínez. También es necesario -añade- generar más investigación local para saber de modo preciso qué áreas en México serán más vulnerables.
"En la medida en que como país no tengamos la información necesaria para enfrentar todos estos cambios, vamos a ser más vulnerables, pues la ignorancia es también una forma de vulnerabilidad", advierte la investigadora del CCA.
Mientras tanto, un bloque de 194 naciones acordó, durante la cumbre anual del medio ambiente de la ONU en Doha, Qatar -concluida el 8 de diciembre- extender la vigencia del Protocolo hasta el año 2020 y establecer otro acuerdo que eventualmente lo reemplace.
A detalle ¿Qué es el protocolo?
⇒ 1997. Se acordó como instrumento para la reducción de emisiones contaminantes en todo el planeta.
⇒ 83 países lo suscribieron al inicio como parte de la convención marco de la ONU sobre cambio climático.
⇒ 2005. Entró en vigor. Sólo Estados Unidos (que al principio lo apoyó) se negó a ratificarlo.
⇒ 2012. Al concluir este año quedará sin efecto. Lo firmaron 191 países.
⇒ 4.2%. Meta de reducción de emisiones planteada hacia 2012.
⇒ Conclusiones de Doha: En la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático finalizada en Doha (Qatar) el 8 de diciembre, 194 países acordaron una extensión del Protocolo de Kyoto hasta 2020. Abogaron por establecer un nuevo acuerdo sustituto y mecanismos para que las naciones ricas compensen a las pobres por los daños que causa el fenómeno.
4.2
POR CIENTO
Se deben reducir las emisiones de seis gases.
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