Durante un duelo amistoso en el Francisco "Chico" López de Cubiri de la Loma, El Gobernador del Estado, alcaldes, funcionarios y diputados inician el año en sana convivencia Guasave, Sin.- Con pizarra de 6 carreras contra 2, el Poder Ejecutivo, encabezado por Mario López Valdez, cayó frente a los diputados locales, quienes durante seis entradas completas le impidieron avanzar para alzarse con el triunfo.
Dos horas después de lo previsto se cantó el play ball por parte del diputado federal Alfredo Padilla, quien a diferencia de sus homólogos estatales llegó al estadio Francisco "Chico" López de Cubiri de la Loma con ropa casual y fue nombrado por Mario López Valdez como el narrador oficial del partido donde se "batirían" los legisladores contra los alcaldes y el mandatario estatal.
Convertido en "el ombligo político" de Sinaloa, Cubiri de la Loma estuvo de fiesta, hasta ahí llegaron los principales medios de comunicación para dar cobertura al encuentro en el que la mayoría de los personajes de la política sinaloense se dieron cita.
Antes de "pelearse" en el terreno de juego, López Valdez dio la bienvenida.
"Queremos divertirnos, acercarnos a través de un juego maravilloso donde pongamos alto a las envidias, a los odios, a los rencores, que bateemos las alegrías y que demos jonrón por Sinaloa todos", expresó.
El partido lo iniciaron los legisladores, quienes celebraron cuando Arturo Báez se sacrificó para que se anotara la primera carrera.
Entre gritos de júbilo y risas, sus compañeros le referían: "¡qué sacrificado!", -"así soy yo", respondía, "lo que pasa es que soy buen hombre, a veces me sacrifico, pero ya tendré mi recompensa", trasladando sus palabras al escenario de la política.
Luego vino una barrida en la tercera base, lo que generó gritos de: "¡si así te vas a barrer por la Alcaldía!" e inmediatamente vinieron las carcajadas.
Eleazar Rubio Ayala estuvo en la loma de los disparos, cuya posición abandonó luego de permitir la cuarta carrera. El relevo vino de parte del Presidente Municipal de Angostura a quien a sabiendas de haber incursionado en el boxeo le confiaron la siguiente parte del encuentro.
"Es la primera mi Chenel no te agüites, no te agüites, como quiera la 100 la llegas bien, te faltan 99", le decía Alfredo Padilla, "vine lanzamiento la tira, batazo, la pepena el segunda, la hondea, aute, Chenel te descontrolaste loco, tan bien que entraste".
Quizá el error del munícipe se debió a que entró bailando a la lomita y para cuando el juego reanudó su acción éste ya se había cansado, como lo dijera su homólogo por El Fuerte.
A Mario López Valdez las cosas no le estaban saliendo bien. Los diputados no le estaban dejando llegar a su gente y todas las intenciones eran detenidas apenas en la zona de bateo.
Vino Ramón Barajas, el de Guasave al turno, quien casi, casi como en la política, tuvo que entrarle porque la gente lo pidió, él no iba preparado, sino que llevaba a su hijo para que le hiciera el relevo. Pero sabedor de que el beisbol no es su fuerte salió rápidamente eliminado.
La situación se ponía color de hormiga para el mandatario estatal mientras el pitcher legislativo ponchaba a la mayoría de su gente; total que se vio obligado a abandonar la primera base y pedirle a su hijo que lo acompañara a calentar para empezar a disparar.
Sin embargo, el relevo por su parte tuvo que esperar, pues al terreno arribó el primer edil de Ahome, Zenén Xóchihua Enciso, quien despojándose de su ropa de vestir se colocó la casaca y subió a la loma de los disparos llevándose los aplausos al despachar tres outs sin carrera.
En la parte alta de la sexta entrada, el pitcher cerrador fue López Valdez imponiéndose tres ponches al hilo.
Vino luego la parte baja de la sexta y última entrada y tras ser ponchado en el primer turno, de nuevo vino al bat Mario López Valdez.
"Es el que tiene el poder el hombre de Sinaloa, de Cubiri de la Loma, de costado lanza, la pelota viaja, imparable de Mario López Valdez y ahora el bateador es Mario López Carlón; Mario López Valdez intenta robarse la segunda", indicó.
El juego cerró con el batazo del "gran Chenel" que emocionado tras conectar una la línea corrió a la primera base y se fue de largo sumido en la alegría sin darse cuenta que la bola había sido cachada y cantado el último out del encuentro.
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